Algo Sobre la Corte. Urgente. Fallo histórico de la Corte Norteamericana. El aborto no es un derecho
La Corte Suprema de los Estados Unidos, ha emitido hoy, hace un rato, un fallo histórico en “DOBBS vs. Jackson Women Health Organization”. Revocó tanto Roe vs Wade, que legalizaba el aborto, como su sucesora “Casey”, de 20 años después. Nueve jueces votaron. El primer voto que expresó la opinión de la Corte, fue del Juez ALITO al que adhirieron 5 (tres con votos propios pero concurrentes). Hubo tres disidencias, Sotomayor, Breyer y Kagan. El fallo tiene 213 páginas. Pero ya puedo decir algo de ese primer voto de Alito.
El Tribunal examina primero la cuestión de si el aborto es un derecho constitucional y concluye pues que no lo es. Ninguna disposición de la Constitución Federal ni de las locales consagra ese derecho. Tampoco puede afirmarse que es un derecho derivado de “la libertad”, o de la privacidad (privacy, como se dijo en Roe), ni central para ejercer la libertad y la autodeterminación como se dijo en Casey. No es cierto que el alegado “derecho” se reconozca o divise en la historia, en la tradición ni en el pueblo norteamericano. Jamás fue así reconocido, salvo en Roe vs Wae que fue un error de esta Corte, lo mismo que Casey. Roe fue un error monumental o atroz (was egregiously wrong), que Casey perpetuó. Lo cierto es que no sólo no se lo reconocía como derecho sino que ya entonces era un crimen en casi todos los estados que conformaban la Unión. Un régimen de ordenada libertad tiene límites, en el caso hay que ponderar la libertad de la mujer y los derechos de aquel por nacer. Cuando se trata de ponderar y pesar intereses contrapuestos no sólo deben ponderarse, claro, los de ambas partes (y los de sus sostenedores) sino que el llamado en principio a hacer esa ponderación (quien debe hacerla) es el legislador que representa al pueblo. Roe se pareció mas a una ley que a una interpretación constitucional que, además, fue horrible. El voto del Juez Alito termina reconociendo que el aborto nos plantea una cuestión moral muy profunda. La Constitución no prohíbe a los ciudadanos regularlo o prohibirlo y ellos son los que tienen que decidir. Roe y Casey se arrogaron esa autoridad. Es hora de devolverla a su titular, el pueblo y sus representantes electos.
Alejandro Freeland
http://estudiofreeland.com.ar/
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